Os pongo el resumen y vídeo de mi conferencia realizada el pasado 14 de mayo en la biblioteca Ignasi Iglésias-Can Fabra (Barri de Sant Andreu):
La esperanza de vida se va incrementando debido a una mejora de las condiciones socioeconómicas que permiten una mejor calidad de vida.
Se estima que el 2020 la población de más de 65 años podrá ser del 20% y en el 2050 incluso de más del 30 % de la población mundial.
Por tanto, es una prioridad en este colectivo tener unos conocimientos de los hábitos alimentarios y de vida para conseguir envejecer con una salud óptima e incluso prevenir o retrasar estados patológicos.
La calidad de vida se ve alterada por diversos factores como son los genéticos, biológicos y ambientales. El envejemimiento está mediatizado por el código genético. Se ha observado que la nutrición juega un papel decisivo en el proceso del envejecimiento, influyendo en el estado de salud de la gente mayor.
Por eso, todas las modificaciones fisiológicas, orgánicas y psicosociales que se experimentan durante este proceso obligan a realizar determinados reajustes en la alimentación para optimizar el aprovechamiento nutricional para permitir una longevidad con una calidad de vida mayor.
La actividad física juega un papel muy importante en nuestro estado de salud física y mental. En la tercera edad se ve disminuida sobretodo en hombres. Se recomienda el mantenimiento de un mínimo de actividad para incrementar el gasto energético, regular el apetito y mantener las personas
activas socialmente.
La alimentación de la tercera edad, no se modifica mucho de las recomendaciones de la edad adulta, aunque se ve comprometido algunos nutrientes como son las vitaminas y minerales. En ocasiones es recomendable la prescripción de suplementos nutricionales de ácidos grasos esenciales, multivitamínicos, minerales, entre otros.
Se recomienda seguir una alimentación equilibrada, evitando dietas monótonas y restrictivas. Eligiendo alimentos de alta densidad nutricional, con una distribución de comidas de 5-6 diarias, con una aportación de agua de 6-8 vasos al día y con un control de la ingesta de fibra, sal y azúcares. Además de asegurar un buen descanso nocurno de 7-9 horas.
Todo ello para mantenerse activo de forma positiva y saludable.
La esperanza de vida se va incrementando debido a una mejora de las condiciones socioeconómicas que permiten una mejor calidad de vida.
Se estima que el 2020 la población de más de 65 años podrá ser del 20% y en el 2050 incluso de más del 30 % de la población mundial.
Por tanto, es una prioridad en este colectivo tener unos conocimientos de los hábitos alimentarios y de vida para conseguir envejecer con una salud óptima e incluso prevenir o retrasar estados patológicos.
La calidad de vida se ve alterada por diversos factores como son los genéticos, biológicos y ambientales. El envejemimiento está mediatizado por el código genético. Se ha observado que la nutrición juega un papel decisivo en el proceso del envejecimiento, influyendo en el estado de salud de la gente mayor.
Por eso, todas las modificaciones fisiológicas, orgánicas y psicosociales que se experimentan durante este proceso obligan a realizar determinados reajustes en la alimentación para optimizar el aprovechamiento nutricional para permitir una longevidad con una calidad de vida mayor.
La actividad física juega un papel muy importante en nuestro estado de salud física y mental. En la tercera edad se ve disminuida sobretodo en hombres. Se recomienda el mantenimiento de un mínimo de actividad para incrementar el gasto energético, regular el apetito y mantener las personas
activas socialmente.
La alimentación de la tercera edad, no se modifica mucho de las recomendaciones de la edad adulta, aunque se ve comprometido algunos nutrientes como son las vitaminas y minerales. En ocasiones es recomendable la prescripción de suplementos nutricionales de ácidos grasos esenciales, multivitamínicos, minerales, entre otros.
Se recomienda seguir una alimentación equilibrada, evitando dietas monótonas y restrictivas. Eligiendo alimentos de alta densidad nutricional, con una distribución de comidas de 5-6 diarias, con una aportación de agua de 6-8 vasos al día y con un control de la ingesta de fibra, sal y azúcares. Además de asegurar un buen descanso nocurno de 7-9 horas.
Todo ello para mantenerse activo de forma positiva y saludable.
Vivir la vida de manera positiva, sonriendo en el día a día
"Activa't amb una alimentació saludable per l'envelliment", Maria Bosch,
14 de mayo de 2013, Biblioteca Ignasi Iglésias-Can Fabra (Sant Andreu)